El Parque Nacional de Timanfaya, está situado en las Islas
Canarias, en Lanzarote, pero más concretamente, en los municipios de Yaiza y
Tinajo. La superficie del Parque Nacional es de 5.107 hectáreas, y fue
declarado como tal en el año 1974.
El de Timanfaya, es el único Parque Nacional eminentemente
geológico, y representa una muestra del volcanismo reciente e histórico en la
Región Macaronésica. Las erupciones volcánicas ocurridas, dieron lugar a
numerosas estructuras geomorfológicas de elevado interés vulcanológico. La
ausencia de un manto de vegetación, la extrema rugosidad de las formas y la
variedad de colores (rojos, pardos, ocres, negros y naranjas), junto a la
silueta de los volcanes y la abrupta costa, confieren al parque una
extraordinaria belleza.
Las erupciones dieron como resultado decenas de conos de
escorias en el oeste de la isla, quedando tapada bajo un mar de lavas de aproximadamente
17.400 hectáreas, ganando además terreno al mar. En definitiva, los volcanes son
los accidentes más representativos de la geografía del parque.
La presencia de costa es uno de los elementos que distinguen
a Timanfaya del resto de Parques Nacionales canarios. Todo el límite occidental
del parque lo constituye un litoral que se encuentra en muy buen estado de
conservación y libre de alteraciones. Este tramo de costa se compone de
pequeños acantilados formados por las coladas del volcanismo histórico,
ocasionalmente salpicados de pequeñas playas de arena negra formadas por el
desmantelamiento que el mar realiza en los escarpes rocosos.
En un entorno hostil como este, cabría esperar la ausencia
de vegetación, sin embargo, las plantas se han adaptado a unas condiciones
desfavorables, desarrollando estructuras especiales para soportar la elevada
insolación y la escasez de agua.
El clima es el principal factor limitante, pero, además, los
vientos alisios son de gran importancia en el desarrollo de la vegetación,
favoreciendo la instalación vegetal hacia barlovento.
Las condiciones extremas de aridez, y la falta de vegetación
y de agua, llevan a pensar que el Parque Nacional no alberga vida animal, pero
esto no es así, puesto que aproximadamente 200 especies habitan en Timanfaya, de
las que casi la mitad son invertebrados. Además, el parque alberga un
importante número de especies protegidas (guirre, halcón tagorote, lechuza común,
cuervo, musaraña canaria).
El Parque Nacional de Timanfaya, forma un paisaje único, con
una historia volcánica sin la cual nada de esto existiría, por lo que, gracias
a ello, podemos visitar un entorno muy difícil de encontrar en cualquier otro
lugar.
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