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jueves, 27 de octubre de 2016

PARQUE NACIONAL DE LOS PICOS DE EUROPA


El Parque Nacional de Los Picos de Europa se encuentra en la Cordillera Cantábrica, entre las provincias de Asturias, León y Cantabria.

En 1918 se crea el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, que abarca únicamente la superficie definida por el macizo Occidental o del Cornión. Tras su ampliación, se redacta la Declaración del Parque Nacional de los Picos de Europa. Actualmente, el Parque ocupa una superficie de 67.455 hectáreas, incluidas en 11 términos municipales y 3 provincias: Asturias (27.355 hectáreas), Cantabria (15.381 hectáreas) y León (24.719 hectáreas). El grado de protección de los Picos de Europa se eleva a la categoría de Parque Nacional, debido a sus valores naturales y etnográficos, con la finalidad de preservar en el tiempo la compatibilidad de los usos tradicionales y la conservación de sus valores naturales con el uso público del espacio.
Su clima se caracteriza por la humedad y las constantes precipitaciones, un hecho que está determinado por su cercanía al mar. La presencia de la nieve se acentúa durante los meses de invierno. La especial climatología del Parque hace que sean frecuentes los bancos de niebla.
El paisaje del Parque está modelado en gran medida por las cuencas de los ríos Sella, Cares y Deva, y la división en tres macizos montañosos, como son el Occidental, el Central y el Oriental, con sus valles asociados. Algunas de las cumbres más conocidas del Parque son Torrecerredo (2.646 metros), la cumbre más alta de los Picos, o el Picu Urriellu, más conocido como el “Naranjo de Bulnes” (2.519 metros). El amplio rango altitudinal del Parque le otorga una gran diversidad de paisajes, incrementada por los diferentes usos tradicionales en función de las zonas, destacando el excepcional estado de conservación de sus bosques vinculados al dominio floral atlántico-centroeuropeo. De este modo, el paisaje del Parque Nacional de los Picos de Europa incluye, a grandes rasgos, grandes masas boscosas, pastizales de montaña en las zonas más ganaderas, y roquedos propios de las grandes moles calcáreas de los tres principales macizos montañosos. Esta diversidad paisajística propicia también una gran biodiversidad, que incluye a las especies más características y a las más amenazadas de la Cordillera Cantábrica, como el oso o el urogallo.
Aparte de gozar del grado de protección de Parque Nacional, los Picos de Europa también han sido propuestos como Lugar de Interés Comunitario (LIC), han sido declarados Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), y son Reserva de la Biosfera (2003). Las vertientes asturiana y leonesa, además, se han promovido a Zonas Especiales de Conservación (ZEC).

Los Picos de Europa son uno de los mayores tesoros naturales de España, debido a la gran riqueza de sus tierras, en forma de montañas, vegetación y fauna, y todo, a relativamente poca distancia del mar.
 

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