El Parque Nacional de Los Picos de Europa se encuentra en la
Cordillera Cantábrica, entre las provincias de Asturias, León y Cantabria.
En 1918 se crea el Parque Nacional de la Montaña de
Covadonga, que abarca únicamente la superficie definida por el macizo
Occidental o del Cornión. Tras su ampliación, se redacta la Declaración del
Parque Nacional de los Picos de Europa. Actualmente, el Parque ocupa una
superficie de 67.455 hectáreas, incluidas en 11 términos municipales y 3
provincias: Asturias (27.355 hectáreas), Cantabria (15.381 hectáreas) y León
(24.719 hectáreas). El grado de protección de los Picos de Europa se eleva a la
categoría de Parque Nacional, debido a sus valores naturales y etnográficos,
con la finalidad de preservar en el tiempo la compatibilidad de los usos
tradicionales y la conservación de sus valores naturales con el uso público del
espacio.
Su clima se caracteriza por la humedad y las constantes
precipitaciones, un hecho que está determinado por su cercanía al mar. La
presencia de la nieve se acentúa durante los meses de invierno. La especial
climatología del Parque hace que sean frecuentes los bancos de niebla.
El paisaje del Parque está modelado en gran medida por las
cuencas de los ríos Sella, Cares y Deva, y la división en tres macizos
montañosos, como son el Occidental, el Central y el Oriental, con sus valles
asociados. Algunas de las cumbres más conocidas del Parque son Torrecerredo
(2.646 metros), la cumbre más alta de los Picos, o el Picu Urriellu, más
conocido como el “Naranjo de Bulnes” (2.519 metros). El amplio rango
altitudinal del Parque le otorga una gran diversidad de paisajes, incrementada
por los diferentes usos tradicionales en función de las zonas, destacando el
excepcional estado de conservación de sus bosques vinculados al dominio floral
atlántico-centroeuropeo. De este modo, el paisaje del Parque Nacional de los
Picos de Europa incluye, a grandes rasgos, grandes masas boscosas, pastizales
de montaña en las zonas más ganaderas, y roquedos propios de las grandes moles
calcáreas de los tres principales macizos montañosos. Esta diversidad
paisajística propicia también una gran biodiversidad, que incluye a las
especies más características y a las más amenazadas de la Cordillera
Cantábrica, como el oso o el urogallo.
Aparte de gozar del grado de protección de Parque Nacional,
los Picos de Europa también han sido propuestos como Lugar de Interés
Comunitario (LIC), han sido declarados Zona de Especial Protección para las
Aves (ZEPA), y son Reserva de la Biosfera (2003). Las vertientes asturiana y
leonesa, además, se han promovido a Zonas Especiales de Conservación (ZEC).
No hay comentarios:
Publicar un comentario