Cantabria es una comunidad autónoma uniprovincial, situada al Norte de la Península Ibérica, donde predominan los destinos turísticos relacionados con la naturaleza, pero que cuenta también con grandes y valiosos monumentos histórico-artísticos. Para conocer esta maravillosa comunidad autónoma, vamos a establecer una ruta, que comenzaremos en el Parque Nacional de los Picos de Europa, y seguiremos por la Cueva de "El Soplao", San Vicente de la Barquera, el Parque Natural de Oyambre, Comillas, el Monumento Natural de las Secuoyas de Cabezón de la Sal, el Parque Natural de Saja-Besaya, la Cueva de Altamira, Santillana del Mar, Suances, Torrelavega, el Parque Natural de las Dunas de Liencres, Santander, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, el Parque Natural de los Collados del Asón, el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, Laredo, y terminando en Castro Urdiales.
PARQUE NACIONAL
DE LOS PICOS DE EUROPA
Es el espacio protegido
más extenso de España, con 700 km2 que se reparten entre
Cantabria, Asturias y León, englobando los tres macizos de los Picos de Europa:
Occidental o de Covadonga, Central o de los Urrieles, y Oriental o de Andara,
siendo delimitado por el río Deva al Este, el Cares y el Casaño al Norte, el
Sella al Oeste y los valles de Liébana, Valdeón (León) y Sajambre (León), al
Sur.
La altura más alta del Parque es el pico Torre Cerredo con 2.648 m., aunque
también son conocidas otras cumbres como el Naranjo de Bulnes (2.519 m).
Originalmente
el Parque Nacional, llamado de Covadonga, sólo incluía el macizo occidental de
los Picos, en territorio de Asturias y León, pero en 1995 se extendió a los
otros dos macizos, incluyendo la parte cántabra de los Picos.
Se trata de un
Parque Nacional destinado a la protección de la zona más emblemática de las
montañas cantábricas, donde se albergan algunas de las mejores representaciones
de los bosques atlánticos españoles, y varias especies animales, algunas de
ellas en grave peligro de extinción (oso pardo, urogallo, rebeco, corzo,
jabalí, lobo, rapaces,...).
Además, los Picos de Europa constituyen una muestra
realmente excepcional del modelado glaciar, kárstico y fluvio-torrencial, con
una gran originalidad geomorfológica y paisajística.
Los Picos también
conservan unos modos de vida tradicionales adaptados a las condiciones del
medio, siendo muchos de sus pueblos interesantes conjuntos de arquitectura
popular, siempre enmarcados por un paisaje de gran belleza.
Todo ello hace del
Parque Nacional de los Picos de Europa uno de los espacios naturales más
interesantes del continente.
CUEVA
DE “EL SOPLAO”
La cueva se localiza en la Sierra de
Arnero, entre los municipios de Herrerías, Valdáliga y Rionansa, a unos 85
kilómetros de Santander.
Fue descubierta a principios del siglo
XX con motivo de la explotación de las minas de La Florida, y está considerada
una de las grandes maravillas geológicas a nivel internacional.
Además del valor geológico, la cueva
conserva un excepcional patrimonio de arqueología industrial derivado de la
explotación de zinc y plomo que, desde mediados del siglo XIX y hasta finales
de los años 70, estuvo activa en la Sierra de Arnero.
Una recreación de un tren minero,
traslada a los visitantes, a través de la galería minera de La Isidra, hasta
una estación interior, desde donde se realiza el circuito a pie por diversas
galerías y salas.
En su
interior, alberga una inusual diversidad de espeleotemas, caracterizados por su
belleza y abundancia. Sus formaciones más impresionantes, que son las que la
convierten en una "Cavidad Única", son las llamadas “excéntricas”,
que tapizan suelos, techos, paredes y otras formaciones a lo largo del
recorrido. Estas, junto las caprichosas formas que adoptan estalactitas,
estalagmitas, columnas o coladas, hacen de su recorrido una apasionante
inmersión en el mundo subterráneo.
SAN
VICENTE DE LA BARQUERA
Es un municipio situado en la costa
occidental de Cantabria, que ocupa 41 kilómetros cuadrados, en los que se
pueden encontrar los valores y atractivos de la España Verde, como un destacado
patrimonio monumental, gran importancia histórica, un excepcional medio
natural, una reconocida gastronomía y una profunda tradición popular.
Su puerto pesquero, es uno de los más
importantes de la región.
San Vicente de la Barquera se encuentra
en el corazón del Parque Natural de Oyambre, un espacio natural protegido de
gran valor ecológico, integrado por rías, acantilados, playas, dunas y bosques,
que albergan una fauna y flora de gran importancia.
La localidad se enclava en torno a las
rías de Rubín y Pombo, cuyos brazos rodean casi por completo las colinas sobre
las que se asienta la puebla vieja, una magnífica muestra del esplendor
histórico que tuvo la villa en la Edad Media, gracias a sus gestas marineras.
La
silueta del castillo y de la iglesia de Santa María de los Ángeles, recortada
contra el perfil imponente de los Picos de Europa, es una imagen que sintetiza
alguno de los aspectos más significativos de la esencia histórica de Cantabria.
PARQUE
NATURAL DE OYAMBRE
Espacio
natural costero, declarado Parque Natural en 1988, que engloba uno de los
sectores más variados, valiosos y mejor conservados, de todo el litoral
cantábrico. Está situado en la zona occidental de la región, entre Comillas y
San Vicente de la Barquera, y tiene una extensión de 57 kilómetros cuadrados.
El espacio protegido incluye las rías de La Rabia y San Vicente de la Barquera,
la playa y las dunas de Oyambre, la playa de Merón, el monte Corona, y todo su
entorno, con un bellísimo paisaje rural de verdes prados, pequeños núcleos de
interesante arquitectura popular, y el telón de fondo de los Picos de Europa.
En cuanto a la fauna, el Parque de Oyambre destaca por su riqueza ornitológica,
localizada principalmente en sus rías y marismas.
COMILLAS
Comillas es una de las localidades más
hermosas y conocidas de Cantabria, un conjunto arquitectónico magnífico
enmarcado por un entorno natural y paisajístico de excepción.
Los emigrantes que regresaron de
América, junto con el modernismo catalán, transformaron Comillas en el siglo
XIX. Su arquitectura pintoresca, es buena muestra del neogótico, neoárabe o
neomudéjar, entre otros.
La localidad cayó bajo el poder de los
Marqueses de Santillana, con los que la población local mantuvo numerosas
tensiones. Su iglesia gótica, forma hoy parte del cementerio de la villa,
declarado Bien de Interés Cultural.
A finales del XIX, Comillas es ya uno
de los lugares, junto con Santander, de mayor prestigio estival del Cantábrico.
Sin duda, los más ilustres veraneos de Comillas fueron los llevados a cabo, en
el siglo XIX por el rey Alfonso XII. Con el tiempo la más variopinta nobleza
fue eligiendo la villa como lugar de reposo, atraída por sus maravillosas
playas donde se practicaban los famosos baños de ola.
MONUMENTO
NATURAL DE LAS SECUOYAS
Las Secuoyas del Monte Cabezón son un
"Espacio Natural Protegido" de Cantabria, declarado Monumento
Natural, e incluido en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria,
que pertenece al municipio de Cabezón de la Sal.
Se trata de una plantación de 2,5
hectáreas de sequoia (Sequoia sempervirens) localizada en el Monte de Las
Navas, cercano a la localidad de Cabezón de la Sal. Las sequoias, inhabituales
en Cantabria y de las que en España únicamente existen pequeñas masas en estado
seminatural, fueron plantadas en los años 40.
Actualmente,
persisten 848 ejemplares de esta especie, con una altura media de 36 metros y
un perímetro medio de 1,6 metros.
PARQUE
NATURAL SAJA-BESAYA
Espacio
natural situado en la zona central de Cantabria, englobando las cabeceras del
río Saja y sus afluentes, y algunos valles laterales de la cuenca del Besaya,
con una extensión total de 245 kilómetros cuadrados.
El Parque Natural incluye
algunos de los mejores bosques de Cantabria, y es refugio de una valiosa fauna
entre las que destacan ciervos, corzos, jabalíes, lobos, rebecos, diversas
rapaces, o algún oso pardo de forma ocasional, pero por lo que más sobresale es por albergar los
cantaderos de urogallo más orientales de la Cordillera Cantábrica.
En el
interior del Parque se encuentra el conjunto histórico-artístico de Bárcena
Mayor, una de las mejores representaciones de arquitectura popular montañesa.
CUEVA
DE ALTAMIRA
La cavidad se encuentra en la localidad
de Santillana del Mar, y fue declarada patrimonio de la humanidad por la
UNESCO, en 1985.
La cavidad presenta ocupaciones de
hábitat de los períodos Solutrense (hace unos 18.000 años) y Magdaleniense
Inferior (entre 16.500 y 14.000 años), períodos a los que debe asignarse
también el conjunto de expresiones parietales de la cavidad.
La cavidad fue descubierta, en 1875,
por Marcelino Sanz de Sautuola, quién practicó excavaciones en la misma, y halló
los grandes cuadrangulares negros del fondo de la cueva, entre 1875 y 1879. En
1879, durante las excavaciones de Sautuola, su hija María descubrió los famosos
policromos. En 1880, Sautuola da a conocer los resultados de sus
investigaciones, originando una gran polémica en torno a la autenticidad de las
pinturas. El hallazgo de nuevos conjuntos rupestres en Francia, a finales del
siglo XIX, provocó que la cueva fuese definitivamente reconocida por la
comunidad científica en 1902, y a lo largo del siglo XX, la cueva es
investigada por distintos arqueólogos. Altamira es enormemente rica en muestras
de arte paleolítico, que se distribuyen por casi toda la cueva, siendo el
vestíbulo y la denominada cola de caballo (galería final de la cueva), las
zonas de mayor concentración. La Sala de los Policromos (denominada la Capilla
Sixtina del arte cuaternario), contiene aproximadamente una veintena de
bisontes, de gran tamaño y generalmente de dos tonos de color y grabados. Junto
a ellos, y con las mismas técnicas de realización, hay una gran cierva, dos
caballos, varios signos, algunas manos, varios caballos y bisontes, y un gran
conjunto de grabados con ciervos, signos y varios antropomorfos. En las
galerías del interior, y en la sala central, son muy frecuentes las grabados
naturalistas, representando sobre todo ciervos y caballos, y las pinturas
negras de animales y signos. En la conocida como “cola de caballo”, destacan
las máscaras, realizadas aprovechando las protuberancias de la roca y pintadas
en negro. Altamira contiene santuarios de varias épocas, pero los motivos más
antiguos parecen ser los del interior de la cavidad, que irían del Solutrense
Superior al Magdaleniense Arcaico.
La
cueva de Altamira no es visitable, pero existe una réplica que si se puede visitar,
ubicada a escasos metros de la cavidad original.
SANTILLANA
DEL MAR
Santillana del Mar es, sin lugar a
dudas, una de las localidades de mayor valor histórico-artístico de España,
hasta el punto de que todo en ella es monumento.
En el siglo IX ya existía el Monasterio
de Santa Juliana, que daría paso a la prestigiosa colegiata de Santa Juliana en
el siglo XII, el primero y más importante de los exponentes del arte románico
en Cantabria.
Entre sus calles empedradas, figuran
algunas de sus construcciones civiles más antiguas, como las torres de Merino y
Don Borja, las casas del Águila y la Parra, el palacio y la torre de Velarde,
la casa de Leonor de la Vega, los palacios de Barreda, Tagle y Villa…
En
cuanto a la naturaleza, este municipio disfruta de una magnífica costa, donde
se encuentran las playas de Santa Justa y Ubiarco.
El Zoológico de Santillana
del Mar, tiene una superficie de 60.000 m², libres de barreras
arquitectónicas, y ha sido calificado por ADENA/WWF como uno de los cuatro
mejores zoos de España.
Se
caracteriza por la enorme variedad de especies que alberga, destacando
especialmente sus espectaculares aviarios, su jardín de mariposas tropicales,
su Parque Cuaternario, los Orangutanes de Sumatra, y otros muchos pequeños
primates y mamíferos.
SUANCES
El municipio de Suances tiene un gran
número de lugares de interés para el amante de la naturaleza, debido a la gran
accesibilidad y las facilidades de observación que presenta el litoral.
El paisaje costero se caracteriza por
la presencia de acantilados, únicamente interrumpidos por la Ría San Martín.
Este ecosistema sirve de refugio esporádico a las aves migratorias, por lo que
se pueden observar especies poco frecuentes en Cantabria que, junto con las que
habitan este estuario durante todo el año, proporcionan un valor ornitológico
especial.
Algo que no se debería pasar por alto
serían las praderías, que se extienden hasta el mar, formando el ecosistema que
más superficie ocupa en el municipio, y favorecidas por el suave relieve que lo
caracteriza.
Algunos
ejemplos de arquitectura civil del municipio son, la Casa de los Polanco (de
los siglos XVII- XVIII), los restos de las defensas costeras de la Punta del
Torco (que datan del siglo XVII), y la Casa Ayuntamiento (de finales del siglo
XIX).
TORRELAVEGA
Torrelavega, se encuentra enclavado en
el sector inferior de los valles que constituyen los ríos Saja y Besaya. Es un
municipio eminentemente industrial, y ocupa el segundo lugar de Cantabria en lo
que a población se refiere, sólo precedido por Santander. Su fundación se
atribuye a Garcilaso de la Vega I, quien construyó aquí una torre que, unida a
su apellido, derivaría en la denominación con la que desde el siglo XVIII se
conoce a Torrelavega (torre de la Vega).
Gracias a su ubicación estratégica, en
la encrucijada de los caminos hacia Asturias y la Meseta, la pequeña aldea
dominada por la casa de la Vega durante toda la Edad Media se transformaría con
el devenir de los tiempos en un gran centro comercial e industrial. Su
espectacular crecimiento le mereció en 1895 el título de ciudad, concedido por
la entonces regente María Cristina.
Entre su patrimonio
histórico-artístico, hay que destacar el conjunto monumental de Viérnoles,
formado por multitud de palacios y casonas de los siglos XVII al XIX.
Sobresalen también la iglesia neogótica de La Asunción (1892), y la
contemporánea y racionalista de la Virgen Grande (1964). Entre la arquitectura
civil, destaca el palacio de Demetrio Herrero, construido en 1888, y sede del
Ayuntamiento.
Las
fiestas de la Virgen Grande son las más emblemáticas de la ciudad. Su broche
final es uno de los espectáculos más llamativos de Cantabria, la Gala Floral,
un singular y multitudinario desfile de carrozas, declarado de Interés Turístico.
PARQUE NATURAL DE LAS DUNAS DE LIENCRES
Espacio protegido
que incluye la playa, el campo de dunas de Liencres (el mejor del Cantábrico),
y el pinar de repoblación asentado sobre buena parte de las dunas fijas. Este
pequeño espacio protegido no alcanza los 2 kilómetros cuadrados de extensión,
pero se encuentra en una zona de excepcional interés natural y paisajístico,
flanqueado por la costa de Liencres, y
por la desembocadura del río Pas. Es necesario preservar este espacio natural
único, teniendo en cuenta su ubicación, pues es una zona que está sufriendo una
elevadísima presión urbanística por su incomparable belleza y su accesibilidad
desde los principales núcleos de población de Cantabria. Este Parque Natural se
encuentra en la citada localidad de Liencres.
SANTANDER
La bahía de Santander está situada en la zona central del
litoral cántabro, junto a la capital regional. Es el estuario de mayor
extensión de Cantabria, y en ella se ubica el puerto de Santander, el más
importante de la región. Se forma de la unión de diversas rías menores. La
Bahía de Santander pertenece al “Club de las Bahías más bellas del Mundo”. Al
sur de la bahía está Peña Cabarga, cuya cumbre ofrece una impresionante
panorámica de casi toda Cantabria. La bahía de Santander comprende las
localidades de El Astillero, Pedreña, Pontejos y la propia Santander.
La ciudad se ordena en torno a un gran
puerto natural, utilizado desde antes del imperio romano. El entorno
paisajístico es privilegiado, con amplios espacios verdes y playas.
Santander conserva muy poco de su casco
viejo, destruido en 1941 por un incendio, que alcanzó incluso a su catedral, de
un estilo gótico caracterizado por su austeridad, y que fue construido sobre
las ruinas de un asentamiento romano ya existente.
A poca distancia de la ciudad se
encuentran la ribera sur de la bahía y la franja costera que llega hasta la
desembocadura del río Pas, con algunas de las mejores playas de la región.
La costa situada al norte de la ciudad
de Santander, recientemente convertida en parque natural, es escarpada y
rocosa. En las épocas de migración, se puede observar el paso de las aves.
Algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad son:
El Banco de España: Proyectado por Eloy Martínez del Valle, a principios del XX, y basado en la
tipología del palacio renacentista italiano, en donde destaca la zona noble a
través del balcón central.
El Gran Casino de "El Sardinero": El edificio data del año 1913, está
situado en el centro de El Sardinero, y es obra de Eloy Martínez del Valle,
quien intentó imitar el de Montecarlo. La fachada principal está enmarcada en
las esquinas por dos torreones octogonales, rematados por cúpulas. También
destaca el cuerpo central al que se accede por una escalinata.
La playa de "El Sardinero": Su origen se remonta a finales del
siglo XIX, con la moda eminentemente burguesa de los baños de ola. Se comenzó a
urbanizar la zona a partir de 1849. La playa está orientada al norte, y su
nombre proviene de que durante mucho tiempo fue un gran caladero de sardinas.
El Palacio de la Magdalena: El edificio está construido con piedras
labradas en las paredes, disponiéndose los sillares de piedra “a soga y tizón”
en esquinas y en paramentos que se sostienen en las ventanas, con líneas
salientes a lo largo de la fachada. La sensación que produce es de varios
cuerpos independientes, aunque bastante elevados en altura, con una fachada
asimétrica en la que se aprecia la alternancia de cuerpos entrantes y
salientes, y dos torres octogonales al sur, de diferente elevación, que
refuerzan la irregularidad exterior. Presenta cornisas cortadas por hastiales
triangulares. Los dos niveles de buhardillas, rompen la monotonía de los
faldones de pizarra del tejado, que presentan una fuerte pendiente.
Las entradas principales del
Palacio coinciden con dos de los elementos más destacados del exterior. El
acceso que se utiliza habitualmente, se encuentra en la fachada norte, en
el antiguo pórtico de carruajes. La otra entrada principal da al sur, y
comunica directamente con el Hall Real de la planta principal, a través de una
escalinata central de doble tramo.
El Palacio de La Magdalena se encuentra
en la Península de La Magdalena, y ocupa una extensión aproximada de 25
hectáreas. Es uno de los resaltes topográficos del entorno de la Bahía de
Santander, el estuario más grande de Cantabria. Se puede acceder a la Península
a través del mar, o de las playas que dan a la bahía, pero lo más habitual es
hacerlo a pie, llegando hasta la entrada del parque municipal, situado al oeste
de la Península, en su parte más estrecha. Existen varios caminos pedestres que
atraviesan el lugar, aunque hay que tener cuidado con las zonas de acantilado.
Uno de los mayores atractivos de La
Península es su entorno natural, con espectaculares paisajes marítimos y una
notable riqueza arbórea.
Los jardines de la península de La
Magdalena son obra del paisajista francés Forestier, y cuentan, entre otros
monumentos, con un Memorial a las Víctimas del Terrorismo realizado por el
escultor vasco Agustín Ibarrola, y con una escultura en homenaje al divulgador
ambiental Félix Rodríguez de la Fuente, que aparece representado acariciando a
un lobo ibérico.
El recinto de La Magdalena cuenta con
un Parque Marino, construido al aire libre, que aprovecha la roca del
acantilado y la entrada del agua del mar como piscinas naturales habitadas por
focas, leones marinos y pingüinos.
La vertiente sur de la Península ofrece
un magnífico panorama de la Bahía de Santander, con la orografía interior de la
región como telón de fondo. En este lado se encuentran dos de las playas
santanderinas: la playa de La Magdalena, hacia el oeste, y la playa de Bikini,
llamada así debido a que a finales de los años cincuenta, fue en aquí la
primera vez que se pudo contemplar esta prenda sobre los cuerpos de las
estudiantes y turistas extranjeras.
Siguiendo
su perímetro desigual, la Península presenta varios salientes, como la Punta del
Puerto o la Punta del Caballo. Desde el
comienzo del istmo, se va ascendiendo en altura hasta llegar a la cota máxima
en el propio Palacio, que se encuentra rodeado por espectaculares acantilados.
PARQUE
DE LA NATURALEZA DE CABÁRCENO
Se trata de un espectacular parque
ubicado en uno de los lugares más singulares de Cantabria, con un paisaje
kárstico exhumado por una antigua mina de hierro cuyo origen se remonta a la
época romana.
Se encuentra situado en el sector
occidental del Macizo de Peña Cabarga, y alberga una enorme variedad
faunística, desde las especies ibéricas autóctonas de Cantabria (osos, lobos,
ciervos, rebecos,…) hasta otras muchas propias de África y Asia, como gorilas,
leones, tigres, jirafas, cebras, elefantes, hipopótamos, avestruces, hienas,
monos,…Se diferencia de otros zoológicos por los amplios espacios con que
cuentan los animales para su desenvolvimiento. También existe un reptilario, en
donde pueden verse numerosas variedades de culebras y serpientes.
El
Parque de Cabárceno se encuentra a menos de 20 kilómetros de Santander, y está
bien comunicado, por lo que se ha convertido en uno de los principales
atractivos turísticos de Cantabria. El Parque engloba las localidades de
Cabárceno, Sobarzo y Obregón.
PARQUE NATURAL LOS COLLADOS DEL ASÓN
El Parque Natural,
está ubicado íntegramente en el término municipal de Soba, y es un macizo montañoso calizo, cuyos rasgos más
característicos son los derivados de la acción glaciar durante la era
cuaternaria, la dinámica fluvial y los procesos kársticos que se desarrollan
sobre los materiales calcáreos. Presenta un amplio abanico de ecosistemas
forestales y una variada fauna asociada a ellos.
La característica más importante del Parque reside en el glaciarismo. Lo más significativo de ello, es que en su desarrollo alcanzó las cotas más bajas de toda la Península Ibérica. En el Parque son bien visibles algunas de las formas de acumulación y erosión provocadas por el hielo, destacando el espectacular Circo de Hondojón.
La característica más importante del Parque reside en el glaciarismo. Lo más significativo de ello, es que en su desarrollo alcanzó las cotas más bajas de toda la Península Ibérica. En el Parque son bien visibles algunas de las formas de acumulación y erosión provocadas por el hielo, destacando el espectacular Circo de Hondojón.
PARQUE NATURAL MARISMAS DE SANTOÑA, VICTORIA Y JOYEL
Es un espacio
protegido de más de 4.000 hectáreas de extensión, que engloba toda la Bahía de Santoña
y sus rías, el macizo del Buciero y las cercanas marismas de Joyel y Victoria,
situadas en los alrededores de Noja. El conjunto constituye una de las zonas
húmedas más destacadas de la Península Ibérica, y el punto clave en las rutas
migratorias de numerosas especies de aves. Se combinan diversos tipos de
paisaje costero, (acantilados, playas, dunas, rías, marismas,…) con macizos
calizos cubiertos por encinares e inmediatos a la costa, como los del Buciero,
El Brusco y El Cincho, que completan un espacio natural de gran belleza, en el
que también tienen su interés los molinos de marea, los fuertes de Santoña, o
los faros, entre otras cosas. El Parque se incluye en las localidades de
Colindres, Laredo, Noja y Santoña.
LAREDO
La preponderancia histórica de Laredo, se mantiene durante
los siglos XIII-XVII en toda la costa cantábrica, y está reflejada en su
estructura urbana, especialmente, en la zona que comprende la llamada “Puebla
Vieja”, formada por seis calles que provienen de la fundación de Alfonso VIII,
todas situadas al pie de la Iglesia de Santa María de la Asunción, de estilo
gótico, que alberga un valioso tesoro artístico en retablos, sepulcros, tallas
y pinturas.
En esta zona, las casonas, palacios, torres, iglesias y
conventos forman un valioso conjunto, como las casas de Zarauz, de los
Peregrines, de los Villota, las iglesias de San Francisco, la románica de San
Martín, y la parroquia de Santa María de la Asunción.
También destaca la línea de murallas, con el torreón alzado
detrás del convento de San Francisco, la puerta de Santa María, el arco de la
puerta de San Lorenzo (conocida como puerta de Bilbao), y el edificio del
Ayuntamiento.
CASTRO URDIALES
Castro Urdiales formó parte de la
poderosa hermandad de las Cuatro Villas de la Costa del Mar. Posee el delicado
encanto de un pueblecito marinero y pesquero de tradición ilustre y señorial, y
un ambiente turístico, favorecido por la belleza de las playas de Ostende y Brazomar.
Castro Urdiales conserva un interesante casco viejo, con
callejuelas desde las que se pueden admirar edificaciones populares muy
características. El conjunto urbano tiene origen medieval, y logró en 1978
el reconocimiento como Conjunto Histórico. Su patrimonio monumental está
formado por la iglesia de
Santa María, el castillo-faro, el puente medieval y la ermita de Santa
Ana. El conjunto constituye la imagen más representativa y hermosa de la
localidad.
Castro Urdiales cuenta también con testimonios de arte
rupestre de incalculable valor, como la cueva
prehistórica de la Peña del Cuco, situada en la costa, al oeste del
núcleo de la villa, que presenta grabados rupestres del Paleolítico superior
(hace 12.000 años), que reproducen ciervos, caballos y cabras.
También es digno de mención el yacimiento romano de
Flavióbriga, que ocupa todo el subsuelo de la actual ciudad, a unos dos metros
de profundidad.
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